¿Qué significa corrosivo? Productos y materiales corrosivos

¿Qué significa corrosivo?

Los corrosivos son productos químicos fuertes que pueden atacar o destruir químicamente materiales, tales como tejidos orgánicos o metales.

¿Qué productos corrosivos existen?

Los corrosivos son generalmente ácidos o bases fuertes. Cuanto más concentrado es el producto químico, más daño puede causar, especialmente a un tejido corporal. Los corrosivos comienzan a causar daños tan pronto como entran en contacto con algo, incluyendo ojos y boca, o si el producto químico se digiere o se inhala. Los corrosivos pueden incluso dañar el metal, por lo que es importante almacenarlos en contenedores adecuados.

Debido a su capacidad para causar daños, los corrosivos a menudo vienen con etiquetas de advertencia. Se proporciona información de seguridad para todos los agentes corrosivos en lo que se llama la hoja de datos de seguridad del material (MSDS). Este documento explica lo que puede suceder si el corrosivo entra en contacto con la piel, ojos, tracto respiratorio, tracto digestivo, y metal.

¿Qué significa corrosión?

La corrosión se define como el deterioro de un material a consecuencia de un ataque electroquímico por su entorno.

Timelapse de corrosión del Acero:

 

Todos los ejemplos de sustancias corrosivas

Estos son ejemplos de sustancias corrosivas comunes y sus usos comunes:

  • El ácido clorhídrico (también conocido como ácido muriático) se utiliza en la industria química para producir PVC (cloruro de polivinilo). También es un componente de nuestros ácidos del estómago donde ayudan en la digestión de los alimentos.
  • El ácido sulfúrico se utiliza comúnmente en los fertilizantes y en fábricas.
  • El hidróxido de amonio se encuentra con más frecuencia en los productos limpiadores domésticos para la limpieza de vidrio, porcelana y acero inoxidable. Los productos de limpieza del hogar comunes van desde el 5 al 10% de concentración, por lo que su poder corrosivo es leve.
  • El hidróxido de sodio (también conocido como sosa cáustica) se puede encontrar en formas altamente concentradas y se utiliza para todo, desde la fabricación de papel hasta algunos productos de limpieza.
  • Ácido nítrico. De fórmula HNO3, es un líquido viscoso de uso común como reactivo en el laboratorio, pues forma parte de los elementos que componen el Trinitrotolueno (TNT) o diversos fertilizantes como el nitrato de amonio. También se lo puede encontrar disuelto en la lluvia ácida, un conocido fenómeno medioambiental consecuencia de la polución del agua.
  • Ácido fórmico. Conocido como ácido metanoico y de fórmula CH2O2, es el más simple de los ácidos orgánicos, segregado a menudo por insectos como la hormiga roja (Formica rufa) o las abejas como mecanismo tóxico de defensa. También es producido por las ortigas, o en la lluvia ácida por polución atmosférica. En pequeñas cantidades puede ocasionar irritaciones menores, pero a pesar de ser de origen natural es un ácido fuerte.
  • Ácido acético concentrado. De nombre ácido metilcarboxilo o ácido etanoico y fórmula química C2H4O2, es el ácido del vinagre, que le confiere su sabor y olor agrios característicos. Es también un ácido orgánico, como el fórmico, pero es sumamente débil por lo que sus aplicaciones son variadas y no riesgosas. Aun así, en concentraciones muy altas podría resultar peligroso para la salud.
  • Cloruro de zinc. El cloruro de zinc (ZnCl2) es un sólido más o menos blanco y cristalino muy soluble en agua, de amplias aplicaciones en la industria textil y como catalizador en laboratorio. No es particularmente tóxico, pero ante la presencia de agua reacciona exotérmicamente (incluso la que haya en el aire ambiental) y puede ser particularmente corrosivo, en especial ante la celulosa y la seda.
  • Cloruro de aluminio. De fórmula AlCl3, se trata de un compuesto que tiene propiedades ácidas y básicas al mismo tiempo, dependiendo de en qué se lo diluya. Es un pobre conductor eléctrico y tiene un punto de fusión y ebullición bajos, por lo que se utiliza en procesos químicos como catalizador de reacciones, en la conservación de maderas o en el cracking del petróleo. La exposición a este compuesto es sumamente nociva para el cuerpo, pudiendo dejar secuelas permanentes en poco tiempo de exposición y contando con rápida atención médica.
  • Trifluoruro de boro. Su fórmula es BF3 y es un gas tóxico incoloro que forma nubes blancas en aire húmedo. Se le emplea frecuentemente en laboratorio como ácido de Lewis y en la obtención de otros compuestos con boro. Es un corrosivo de metales muy fuerte, que en presencia de humedad puede comerse el acero inoxidable.
  • Hidróxido de potasio. Conocido como potasa cáustica y de fórmula química KOH, es un compuesto inorgánico sumamente desecante, cuya corrosividad natural es aprovechada en aplicaciones como saponificador de grasas (en la obtención de jabón). Su disolución en agua es exotérmica, es decir, genera energía calórica.
  • Hidruro de sodio. De fórmula NaH, es una sustancia muy poco soluble de color transparente, clasificado como una base fuerte ya que es capaz de desprotonizar diversos ácidos de laboratorio. Además de eso es un poderoso desecante, ya que almacena enormes cantidades de hidrógeno, por lo que es altamente cáustico y empleado como solvente.
  • Sulfato de dimetilo. En condiciones normales, este compuesto de fórmula química C2H6O4S es un líquido aceitoso e incoloro, con un ligero olor a cebolla, catalogado como un alquilante fuerte. Es altamente tóxico: carcinógeno, mutágeno, corrosivo y venenoso, por lo que su uso en procesos de metilación en laboratorio es normalmente reemplazado con otros reactivos más seguros. Además es medioambientalmente peligroso y volátil, por lo que a menudo se lo ha considerado como una probable arma química.
  • Fenol (ácido carbólico). De fórmula química C6H6O y numerosos nombres alternativos, este compuesto en su forma pura es un sólido cristalino blanco o incoloro, que puede sintetizarse a partir de la oxidación del benceno. Es muy demandado en la industria de las resinas, así como en la fabricación de nylon, pero también como componente de fungicidas, antisépticos y desinfectantes. Es fácilmente inflamable y corrosivo.
  • Cloruro de acetilo. También llamado cloruro de etanoilo, es un haluro derivado del ácido etanoico, que a presión y temperatura ambiente es incoloro. Es un compuesto inexistente en la naturaleza, ya que en presencia de agua se descompone en ácido etanoico y ácido clorhídrico. Es ampliamente utilizado como colorante, desinfectante, insecticida e incluso como anestésico, a pesar de ser corrosivo por reacción.
  • Hipoclorito de sodio. Conocido como lejía cuando disuelto en agua, este compuesto de fórmula química NaClO es fuerte oxidante y de mucha reactividad con cloro, formando así gases letalmente tóxicos. Ampliamente usado como blanqueador, potabilizador de agua y desifectante, pues en ciertas concentraciones tiene la capacidad de disolver la materia orgánica a contacto.
  • Cloroformiato de bencilo. Es un líquido oleoso, de olor desagradable que puede ir de lo incoloro a lo amarillento y de fórmula química C8H7ClO2. Riesgoso para el ambiente y los animales acuáticos, se convierte en fosfógeno al calentarse y se vuelve muy inflamable. Es cancerígeno y altamente corrosivo.
  • Metales alcalinos elementales. Cualquier metal alcalino en su presentación más pura o elemental, como el litio (Li), potasio (K), rubidio (Rb), cesio (Cs) o Francio (Fr), reacciona muy rápidamente con el oxígeno y el agua, por lo que nunca se les ve en la naturaleza en su estado elemental. En ambos casos reaccionan de manera violenta generando mucho calor, por lo que pueden ser irritantes o caústicos y peligrosos para la salud.
  • Pentóxido de fósforo. Conocido como óxido de fósforo (V) u óxido fosfórico, es un polvo blanco de fórmula molecular P2O5. Al ser extremadamente higroscópico (desecante), tiene propiedades altamente corrosivas y su contacto de cualquier tipo con el organismo debe ser evitada. Además, su disolución en agua produce un ácido fuerte que reacciona en presencia de metales generando gases venenosos e inflamables.
  • Óxido de calcio. Llamada cal viva y de fórmula química CaO, es una sustancia largamente empleada por la humanidad, que la ha obtenido de la roca caliza. Tiene aplicaciones en la construcción y la agricultura, ya que no es tóxico ni corrosivo, pero al mezclarse con agua reacciona exotérmicamente, por lo que puede irritar las vías respiratorias, la piel o causar daño ocular grave.
  • Amoníaco concentrado. Normalmente el amoníaco, un gas incoloro de olor repulsivo compuesto por nitrógeno (NH3), se produce en diversos procesos orgánicos que lo eliminan al medio ambiente debido a su toxicidad. De hecho, se halla presente en la orina humana. Sin embargo, muchas de sus concentraciones exhalan gases corrosivos y altamente dañinos para el ambiente, sobre todo en sustancias como el anhídrido de amoníaco.

Peligros de las sustancias corrosivas

Como decimos los productos corrosivos pueden destruir los tejidos del cuerpo. Pueden irritar o incluso quemar los ojos y la piel. Si se inhalan, los corrosivos pueden irritar o quemar la mucosa de la nariz, la garganta y los pulmones. Además, en caso de ingestión, los corrosivos pueden destruir la mucosa de la boca, la garganta y el estómago.

Por eso, su utilización siempre debe estar asociada a las correspondientes medidas de seguridad.

Metales, aleaciones y su resistencia a la corrosión.

Metal o aleación Nombre 
común
Composición
Propiedades anticorrosivas
Aceros comunes
Acero al carbono 0.3-1.2% de carbono.
Se corroen en el aire y agua naturales, pero resisten el
ácido sulfúrico concentrado y las soluciones salinas a temperaturas normales.
Hierro fundido Fundición 2-5% de carbono
Igual que el anterior, pero un tanto mejores.
Hierro fundido aleado
Fundiciones inoxidables. 2- 5% de carbono.

25% de cromo.

20% de níquel.

A veces 5-8% de cobre.

Elevadas propiedades anticorrosivas.
Hierro al silicio.
Hasta 14% de silicio Resistencia muy alta al ácido sulfúrico en diferente concentraciones y en caliente.
Hierro al silicio-molibdeno 14-17% de silicio.

2.5-3% de molibdeno.

Resiste los ácidos sulfúrico y clorhídrico.
Aceros al cromo.

Acero inoxidable 
 

Común 12-14% de cromo.

0.1 -0.4% de carbono.

Mejorado 16-18% de cromo.

0.1% de carbono.

A veces 1.2 – 2% de níquel.

Termorresistente 27-30% de cromo.

0,1% de carbono.

1.2-2% de níquel.

 

Se corroen en los aćidos sulfúrico y clorhídrico, pero resisten el aire húmedo, el agua dulce y el ácido nítrico.

En el agua salina se produce  corrosión puntiforme.

Aceros al cromo-níquel Acero inoxidable 17- 25% de cromo.

8-20% de níquel.

0.1% de carbono.

generalmente contienen algo de titanio y a veces de 2-3% de molibdeno.

Son resistentes a los mismos medios que los anteriores, su tendencia a la corrosión puntiforme es considerablemente menor y resisten un poco mas el ácido sulfúrico y el agua salina.
Aceros al cromo- níquel-titanio Acero inoxidable 18% de cromo.

9% de níquel.

1% de titanio.

Resistencia a la corrosión elevada en múltiples medios.
Cobre Cobre Sin aleación Se corroe en ácido nítrico y en disoluciones de amoníaco, cianuro de potasio y ácido clorhídrico diluido en presencia de oxígeno.

Resiste el ácido sulfúrico.

Aleaciones cobre-estaño Bronces comunes Hasta 13% de estaño Las mismas cualidades del cobre pero algo mejores.
Aleaciones cobre-cinc Latones Hasta 45% de cinc Se usa para piezas que trabajan en aguas naturales y aire húmedo.
Aleaciones cobre-aluminio Bronce al aluminio. Hasta 10% de aluminio. Buena resistencia a los ácidos diluidos (excepto el nítrico) y a algunas soluciones salinas.
Aleaciones cobre silicio Bronce al silicio Hasta 3-4% de silicio. Buenas propiedades anticorrosivas.
Níquel Níquel Sin aleación Es muy resistente al aire húmedo, a las aguas naturales y a los álcalis. Se corroe lentamente en los ácidos sulfúrico y clorhídrico. Al ácido nítrico no es resistente.
Aleaciones de níquel. Monel 68-69% de níquel.

28-29% de cobre.

algo de hierro, manganeso y silicio.

Propiedades como las del níquel pero mejoradas.
Plomo Plomo A veces con 10% de antimonio. Resiste al ácido sulfúrico y en las disoluciones de sus sales, al ácido clorhídrico hasta el 10% a la temperatura ambiente.

Es poco resistente a los ácidos nítrico y acético, el álcalis y en aguas que contienen CO2 .

Aluminio Aluminio Sin aleación Resiste el aire húmedo, las disoluciones de nitratos y cromatos y en el ácido nítrico concentrado. Se corroe lentamente en los ácidos sulfúrico y acético a temperatura normal.

No resiste el ácido clorhídrico ni los álcalis.

Sus aleaciones tiene peores cualidades anticorrosivas.

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